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Mostrando entradas de noviembre, 2011

EL FENÓMENO DE “TU CARA ME SUENA”, EL DÉJÀ VU Y LA PARAMNESIA REDUPLICATIVA

ANOMALÍAS EN EL RECUERDO Y RECONOCIMIENTO No hace falta estar amnésico ni “demente” para experimentar fallos y alteraciones en la memoria .   Las paramnesias son un tipo de distorsiones generalmente provocadas por la inclusión de detalles falsos, referencias temporales incorrectas y alteraciones en el reconocimiento. Ya en su día, Freud denominó parapraxias a aquellos errores sin importancia como “la punta de la lengua” o el olvido de nombres y fechas.   La realidad de todo esto es que cada memoria está de alguna forma distorsionada. Nuestra memoria acaba por deformar el acontecimiento original, y es por eso que no hace falta estar amnésico ni “demente” para sufrir algunas experiencias anómalas en el proceso de la memoria.  Galatea de las esferas, de Dalí  Uno de los ejemplos típicos de paramnesia cotidiana es el de “tu cara me suena”. Esto ocurre cuando nos encontramos a alguien que conocemos y somos incapaces de identificar. Muchas de las veces en las qu

EL POTENCIAL ENFERMANTE DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS

 Los dolores deberían tomarse como advertencia imagen: wgroesel El trabajo, los estilos de vida y las obligaciones familiares, acaban por percibirse como duras cargas que golpean una y otra vez nuestro cuerpo, llenándolo de dolores y enfermedades psicosomáticas. Existen múltiples razones por las que las personas se declaran estresadas. La persona estresada parece presentar un “equilibrio inestable o desestabilizante”, que en ocasiones puede abarcar un periodo corto de tiempo y otras veces puede alargarse durante años. Lo que está claro es que el estrés influye en nuestra salud y modifica el funcionamiento general del organismo, y por lo tanto, hablar de estrés implica relacionar las funciones psíquicas con las somáticas. En muchas ocasiones y sin ser conscientes de ello, acudimos a los servicios médicos aquejados de dolores musculares, contracturas, cansancio físico generalizado, taquicardias, mareos, dificultad para respirar, y trastornos intestinales entre otros. En casos como

El dolor es una sensación emocional y subjetiva que nace siempre en el cerebro

Imagen: Steinberger Sin conciencia no hay dolor. Durante la anestesia, desaparece la actividad inductora del dolor en el cerebro, y por eso, no percibimos el bisturí del cirujano. El dolor, tan importante para la vida, a veces, acaba por convertirla en un infierno. Basta con una pequeña fisura en una muela para que una persona sufra un martirio casi insoportable y acabe suplicando una cura en la consulta del dentista. Por otra parte, estamos acostumbrados a ver golpes y traumatismos en medio de distintas competiciones deportivas, donde la persona, a pesar de haberse fracturado el tabique nasal en una disputa de un balón, sigue compitiendo y haciendo caso omiso a la intensidad de dolor que supone tal lesión. A la hora de averiguar el origen del dolor, la ciencia se ha enfrentado a un gran obstáculo. Al igual que la angustia, la felicidad o la tristeza son sensaciones emocionales y subjetivas, con el dolor ocurre lo mismo. ¿Qué es entonces el dolor? Parece ser que se