Imagen: Las tres edades de la mujer. Gustav Klimt Todas las personas sueñan. Todas las noches, aunque no lo recordemos, soñamos una media de 100 minutos . Nuestro destino evolutivo es el de ser animales soñadores. Olvidamos los sueños por nuestro pasado evolutivo. Los mamíferos sueñan y luego olvidan, y a nosotros como mamíferos, nos ocurre lo mismo. La realidad es que los animales no tienen ninguna manera de distinguir los sueños de la realidad. Si un gato sueña que al cruzar la calle encontrará un manjar de comida, al despertarse saldrá corriendo a buscar lo soñado y probablemente, en vez de encontrar lo esperado, se tope con más de un peligro. El recuerdo de los sueños, no es por tanto una ventaja para los animales. Esto podría explicar porqué los sueños, en ocasiones, son tan difíiles de recordar ya que nuestros antepasados o antecesores también han estado un poco protegidos por la evolución de estas peligrosas confusiones. A pesar de nuestras características ...
No hay sabiduría en el estancamiento definitivo de lo que aprendemos y conocemos. Salud, patología, luces y sombras en cada persona. Afectividad, conducta, sentido, y relación. “PSICOLOGÍA Y LETRAS” recoge pellizcos de una pequeña parte de nosotros mismos.