ANOMALÍAS EN EL RECUERDO Y RECONOCIMIENTO
Las paramnesias son un tipo de distorsiones generalmente provocadas por la inclusión de detalles falsos, referencias temporales incorrectas y alteraciones en el reconocimiento. Ya en su día, Freud denominó parapraxias a aquellos errores sin importancia como “la punta de la lengua” o el olvido de nombres y fechas.
La realidad de todo esto es que cada memoria está de alguna forma distorsionada. Nuestra memoria acaba por deformar el acontecimiento original, y es por eso que no hace falta estar amnésico ni “demente” para sufrir algunas experiencias anómalas en el proceso de la memoria.
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Galatea de las esferas, de Dalí |
Uno de los ejemplos típicos de paramnesia cotidiana es el de “tu cara me suena”. Esto ocurre cuando nos encontramos a alguien que conocemos y somos incapaces de identificar. Muchas de las veces en las que esto da lugar, la persona a la que intentamos identificar se encuentra fuera del contexto en el que la conocimos y es entonces cuando emerge esa dificultad de asociación. Se trata de una experiencia de reconocimiento sin recuerdo completo que pone de manifiesto la importancia de las variables contextuales para recuperar y codificar la información.
Otro de los ejemplos más conocidos es el del famoso Déjà Vu. Aquella sensación en la que sentimos que ya hemos hecho exactamente lo mismo antes, estado en un lugar o realizado una actividad en particular sabiendo que eso mismo no ha sucedido. ¿Pero por qué ocurre esto?
Bastante más lejos del fenómeno de “tu cara me suena” y del popular Déjà Vu, pero asociadas, esta vez sí, a lesiones cerebrales, se tiene constancia de una extraña alteración. La paramnesia reduplicativa consiste en una serie de creencias en las que la persona percibe que un lugar ha sido duplicado, que existe en dos o más lugares a la vez o que ha sido recolocado en otro lugar. Esto mismo fue recogido en los informes de un paciente ingresado, que a pesar de no tener problemas para el aprendizaje y la retención de nuevas informaciones, afirmaba con total seguridad que el hospital se encontraba situado en la habitación de su propia casa. Simplemente se limitó a mostrar extrañeza ante la existencia de los dos mismos hospitales, uno su lugar de origen y otro en su propia casa.
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