Ir al contenido principal

ANATOMÍA EMOCIONAL. ¿Qué sucede en nuestro interior cuando estamos disgustados?

imagen: RAWKU5
 La forma humana queda grabada por el amor y las decepciones. Inflamiento, colapso, rigidez o fluidez. El cuerpo se organiza de una manera diferente y característica según la situación en la que nos hallemos. 

La vida construye las formas, y en ellas, las emociones, los pensamientos y las experiencias se organizan en torno a una estructura. Capas de piel, músculos, órganos, huesos, hormonas etc. Somos eso y mucho más, sin embargo, al observar  y hacer estudios de anatomía, únicamente se analizan las imágenes corporales, dejando para otros ámbitos, los estudios de carácter emocional. Una emocionalidad intrínseca al propio cuerpo.

La psicología, encargada del estudio conductual y emocional de la persona, al fin y al cabo tampoco termina prestando excesiva atención a las formas anatómicas y a la información que las mismas pueden llegar a ofrecer a cada persona. 

¿Qué sucede en nuestro interior cuando estamos preocupados, tristes o disgustados? ¿Qué sucede en nuestro cuerpo? ¿Cómo afectan estos estados a nuestras relaciones con los demás? 

Stanley Keleman, pionero del estudio del cuerpo y a su conexión con los aspectos emocionales, psicológicos, sexuales e imaginativos de la experiencia humana, responde a todas estas cuestiones en su libro Anatomía Emocional. La estructura de la experiencia somática, donde expone con claridad la conexión existente entre las emociones y las estructuras corporales, moldeadas estas últimas por las situaciones vividas. 

Poseemos una postura erguida, pero la individualidad de cada uno se muestra en la variedad de formas y posturas que se acaban adquiriendo. Nuestro cuerpo puede ser modificado por los ataques, las agresiones o las circunstancias vividas. La historia emocional de cada persona ofrece una nueva forma y modifica el soporte anatómico y estructural de muchos órganos o partes del cuerpo.
Cada respuesta que ofrecemos al mundo exterior, cada actitud y cada forma de vivir la vida, marca y delimita en parte, una forma anatómica emocional propia. En su conjunto, nuestro cuerpo se constituye por acontecimientos vivos. 

"En las situaciones de miedo o de lucha, el organismo reacciona incrementando la pulsación de los intestinos y del corazón, y la parte superior del cuerpo se insufla, hinchándose y acumulando fuerza para defenderse o huir. La tristeza ralentiza el cerebro, mientras que la cólera lo transforma e intensifica sus ritmos. La provocación endurece el cerebro. El despertar sexual  y el amor facilitan las pautas del ritmo, las aceleran e intensifican sus amplitudes". 

Conocer nuestras caracteristicas corporales, observar y analizar las formas disfuncionales, atender y paliar tensiones crónicas limitantes de la forma de vivir, sentirse y relacionarse, permitirá tener una conciencia más completa de lo que cada uno es, arrastra y provoca en su propio cuerpo. De esta manera podrá modificarse  todo aquello que impida el mejor desarrollo vital de cada uno. 
Nuestra forma individual nos dará sugerencias para comprender la realidad somática y llevar a cabo una reorganización estructural a nivel corporal. 

Stanley Keleman en su estudio, muestra las figuras como principales guías, creadas para invocar y evocar reflexiones que permitan el acceso a la realidad somática emocional. Las más comunes son las imágenes de tensión y desafío, indicando como se acaba configurando una forma humana específica y caracterizada por unos u otros patrones. 

A modo de ejemplo, todo esto puede observarse a través de las múltiples figuras expuestas. Una de ellas es la denominada por el autor como la ESTRUCTURA HINCHADA:

Postura emocional: "Tómame"
Estructura hinchada.

Imagen: Anatomía Emocional.
La estructura de la experiencia somática
La declaración emocional de la persona hinchada es: "tómame", "déjame llegar a tí", "dáme tu estructura" o "hazme sitio". Esta estructura está inflamada, se hincha, se agranda, intimida o se quita algo de encima. Se hincha de rabia al tiempo que necesita distanciarse de su impulso interno. La arrogancia es su postura emocional. 

Esta estructura no puede moverse libremente bien porque la agresión que experimentó sucedió demasiado precozmente o porque sus posteriores movimientos hacia la independencia fueron socavados

La persona hinchada es como un niño adulto, una persona que parece adulta aunque mantiene muchas características inmaduras. Se da a sí mismo en un intento de ser llenado.


El estudio de la anatomía emocional permite conocer la somatización y actúa como herramienta para aprender y conocer la geografía y los arquetipos de la historia personal de cada uno. Demuestra la relación existente entre la forma, las fuerzas sociales y genéticas que inhiben o facilitan la formación de la vida.

Tener conocimiento de todo esto proporcionará una base de vivir una vida emocional  y somática más rica y completa.

"Muéstrame los contornos y las formas que un hombre da a su vida, y te diré si es un maestro o una víctima de esa vida" 
(Gail Godwin)



Comentarios

ASOCIACIÓN S.O.L. ha dicho que…
Ya era hora de que alguien hablase en un blog español de este gran autor y psicoterapéuta. La experiencia somática es una herramienta poderosa para el desarrollo personal, con una solida base científica, que por desgracia no ha alcanzado una amplia divulgación en nuestro país. He estado buscando información en la web y apenas he encontrado algo.

Por cierto, ¿Por qué te has decantado por describir la estructura inflada en particular?

Un saludo

Jon
A.Alvarez ha dicho que…
Hola Jon

Gracias por tu comentario. Cierta es la escasa información existente, aunque confío que poco a poco ocupará el lugar y la atención que se merece.
Me he decantado por la estructura inflada por considerarla bastante común e identificable.

Un saludo

A. Alvarez
Unknown ha dicho que…
¡Qué importancia tiene la psicoterapia en volver a conectarnos con lo que ocurre con nuestro cuerpo! si hay algo en cómo nos podemos conocer, saber lo que nos ocurre y por lo tanto tener un punto de partida para la acción, es a través de la comunicación con nuestro propio cuerpo.

http://ayudapsicologicacognitivoconductual.com/

Entradas populares de este blog

ELIMINAR SÍNTOMAS. Constelaciones Familiares. ¿Mito o realidad?

Según la  Psicoterapia Sistémica  de  Bert Hellinger , cada vínculo creado nunca desaparece y repercute en el momento presente. La sanación llega a través de la reestructuración consciente de la situación familiar. Honrar y perdonar al familiar, es el acto lo que elimina el síntoma Imagen: Otra familia, de Arturo Morin Una Constelación familiar es un método de la Terapia Familiar Sistémica mediante el cual se pretenden descubrir los hechos que provocan determinados síntomas en la persona, siendo estos causados por la situación presente o pasada del sistema familiar.  La psicoterapia Sistémica de Bert Hellinger nace como recopilación o síntesis de distintos aspectos recogidos de muchas psicoterapias contemporáneas tales como el psicoanálisis, Gestalt, Programación neuro-lingüística (PNL), análisis transaccional, psicogenealogía,  o terapia familiar entre otras. En una Constelación familiar, la persona que “constela” explica el motivo de su consulta ante el terapeuta y

ACTUAR EN CONSECUENCIA. La felicidad no es suerte, es una elección.

Triunfar o fracasar,. La persona es   aquello que va escogiendo . Imagen: cobrasoft Saber elegir es la característica que determina a cada persona, y construir o destruir solo dependen de la decisión de cada uno. Existe una realidad y es que ante unos mismos hechos, hay personas que se hunden y fracasan, mientras que otros pueden vivir superando dificultades a través de sus propias elecciones y convicciones. Los hombres son libres de elegir, y aquel que quiera vivir su propia vida tendrá que saber elegir sin miedo alguno aquello que considere mejor y le haga mejor persona. Elegir lo que pensar, lo que hacer, lo que desechar o dejar a un lado; en definitiva, formarse a través de lo que se va eligiendo. Vivimos condicionados por todo el bagaje biológico que arrastramos, por el entorno familiar y social, por la cultura etc., pero cada persona posee una libertad que utilizada de una u otra manera, podrá beneficiar o acabar destruyendo a quien libremente emprendió su

SÍNDROME DE TOURETTE. Más allá de los tics, los trastornos asociados provocan un mayor malestar en los niños y niñas que lo padecen.

La depresión también  ha sido encontrada en asociación  al síndrome de Tourette. Imagen: ColinBroug Se trata de una enfermedad crónica, que si bien no es degenerativa, si implica secuelas que van acumulándose desde la infancia y dificultan el ajuste social y emocional del propio paciente. El síndrome de Tourette es reconocido en la actualidad como un trastorno neurológico, y aunque su diagnóstico va en aumento, sigue siendo considerado raro y desconocido por gran parte de la población y por muchos profesionales de la salud.    Hablar del síndrome de Tourette implica hablar de tics, pero por encima de las creencias populares, destaca una realidad que sitúa a los trastornos comórbidos como verdaderos protagonistas y como causantes principales de un mayor malestar en el mismo.  El Síndrome de Tourette se caracteriza por la presencia de tics motores y uno o más tics vocales o sónicos. Los tics son movimientos, gestos o vocalizaciones que se producen de una manera sú