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ELIMINAR SÍNTOMAS. Constelaciones Familiares. ¿Mito o realidad?



Honrar y perdonar al familiar,
es el acto lo que elimina el síntoma

Imagen: Otra familia, de Arturo Morin
Una Constelación familiar es un método de la Terapia Familiar Sistémica mediante el cual se pretenden descubrir los hechos que provocan determinados síntomas en la persona, siendo estos causados por la situación presente o pasada del sistema familiar. La psicoterapia Sistémica de Bert Hellinger nace como recopilación o síntesis de distintos aspectos recogidos de muchas psicoterapias contemporáneas tales como el psicoanálisis, Gestalt, Programación neuro-lingüística (PNL), análisis transaccional, psicogenealogía,  o terapia familiar entre otras.

En una Constelación familiar, la persona que “constela” explica el motivo de su consulta ante el terapeuta y el resto de participantes. Todos están colocados en círculo. Se requiere muy poca información: el asunto problema y sucesos relevantes familiares, si sus padres están juntos o separados, viven, muertes de familiares cercanos, excluidos, enfermedades graves etc.

El caso de Sonia (nombre falso que esconde un caso real) es el siguiente:

Sonia, 23 años afirma tener desde hace tiempo (último año) tristeza, ansiedad y angustia por su dificultad en encontrar una pareja. Hasta el momento todas sus relaciones con chicos han sido cortas, fallidas y han terminado mal. Cuando alguna relación parece ir bien es ella quien rompe la relación. En la mayoría de los casos son ellos los que terminan la relación. Todo parece empezar bien pero las discusiones, faltas de entendimiento o indiferencia en otros casos hacen que la cosa no siga adelante. Sonia afirma entregarse y tener el deseo de compartir su vida con su pareja, pero siempre algo acaba fastidiando la relación. No entiende por qué sucede esto y cada vez siente más angustia por la incapacidad o imposibilidad de tener una relación sentimental exitosa.

Vive con sus padres, estudia una carrera universitaria y está bien con su grupo de amigas. Tiene una buena relación con su madre y la familia de su madre, no tanto con su padre y la familia de éste, de la cual hace constar continuas discusiones familiares que se han producido desde que ella era pequeña. “Muchas discusiones y mucho dolor en la familia de mi padre”; algo que parece haber afectado a la relación de padre e hija.

Cuando se le pregunta qué desea mejorar no duda en comunicar su deseo de encontrar un chico con el que compartir su vida. Al mismo tiempo llora y explica que no entiende por qué no puede tener una relación feliz y duradera como el resto de la gente. No quiere seguir estando “sola” o soltera. “Ya no sé si ponerme a dieta, o qué hacer para encontrar y tener a mi lado una pareja estable”

Sonia explica que es adoptada. No conoce ni recuerda a sus padres biológicos, y hasta el momento no ha tenido deseo de saber quienes son ni por qué fue dada en adopción. “No me interesa ni tengo la necesidad de conocerles, para mí, mis verdaderos padres son los que conozco”.

En este caso, Sonia decide “constelar” para obtener una respuesta a su problemática en cuanto a la relación con los hombres.

Sonia escoge representantes para su padre biológico (es adoptada) , para su “supuesta” pareja futura y para ella misma. Las personas que representan son desconocidas y Sonia las coloca en relación unos con otros según su intuición. Una vez colocados, los representantes comienzan a moverse y a manifestar síntomas físicos y emocionales supuestamente propios de las personas que representan.

De la Constelación Familiar realizada a esta chica se obtiene una paralización y falta de sentimientos del padre biológico hacia su hija y una situación de conflicto familiar en la que la entrega en adopción de la niña se hace inevitable. El abandono provoca en ella un sentimiento inconsciente de rencor y tristeza hacia sus padres, especialmente hacia el progenitor masculino. Sonia proyecta esos sentimientos en cada pareja suya provocando la ruptura y la incapacidad para poder compartir su vida con alguien del sexo opuesto.

La terapia o tratamiento consiste en este caso en enfrentar “amorosamente” a padre (representado) e hija, expresando verbalmente mensajes guiados por el terapeuta como “Papá, soy parte de ti, y tu eres parte de mí. Tú eres más grande que yo, ahora sé que no fue fácil para ti, ahora ya puedo mirarte, ahora ya puedo ser feliz con otros hombres…” En el momento en que se da la reconciliación, el representante de la pareja comienza a acercarse a Sonia. Ahora ya se encuentra en paz con su padre y el representante de la pareja es entonces cuando siente que puede acercarse a ella. 


Una vez expuesto el asunto y habiendo leído y conocido trabajos como Los órdenes del amor, de Bert Hellinger, Niños que heredan el destino familiar, de Ingrid Dykstra, y una conferencia acerca de Constelaciones Familiares en el V Congreso Nacional de Estudiantes de psicología (Valencia 2011), he de decir que tuve la oportunidad de asistir como representante a un taller de Constelaciones Familiares hace ya un tiempo (cuyo caso pude conocer). De esta manera accedí a percibir y experimentar in situ aquello que se produce en cada sesión. No encuentro el calificativo exacto para describir tal experiencia ya que en ella se mezclan sensaciones reales y al mismo tiempo emociones de desconfianza ante determinados aspectos. 

Sin embargo, no puede dejarse de afirmar que la falta de medición y la escasez de datos objetivos en cuanto a la eficacia de las sesiones de Constelaciones Familiares brilla por su ausencia. En principio, parece ser que los testimonios de las personas que realizan una constelación son la única pista para saber si ha existido una mejora o no de los síntomas. 

A modo de ejemplo y de breve comparación, decir que la terapia Cognitivo – Conductual actúa eliminando los síntomas y enseñando o dando pautas psicoeducativas para que la persona pueda manejarse en las mismas situaciones estresoras sin desarrollar la patología. Hace uso de las cogniciones y las conductas que mejor se adapten para el paciente.

 La Psicoterapia sistémica de Bert Hellinger incide en aquello que provoca la enfermedad debido al desorden en el sistema familiar, permitiendo la sanación mediante la reestructuración consciente de la situación familiar. La persona demandante es guiada a la reconciliación y aceptación de aquel pariente con el que existe el conflicto. Honrar y perdonar al familiar, colocarle en el lugar que le corresponde. Es el acto lo que elimina el síntoma y sana a la persona. Sin embargo, una constelación familiar no garantiza la mejora de una persona, más aun, puede provocar un empeoramiento de la situación personal al descubrir hechos que aparentemente no tengan ningún tipo de relación con la realidad, o descoloquen y sugestionen de alguna manera a la persona. Una vez terminada la sesión, no existe control alguno que garantice la mejora de aquel que busca una solución para sus problemas.

Es posible que Sonia haya mejorado sus relaciones con los chicos después de hacer consciente su rencor hacia su padre biológico, su miedo al abandono o a estar sola, pero personalmente considero más recomendable trabajar sus inseguridades, pautas de comunicación, autoestima, asertividad, formas de relación, apego y cualquiera de sus síntomas ansiosos y depresivos desde otra perspectiva más controlada. A su vez, la persona que decida participar en una constelación familiar tendrá derecho a conocer la formación del terapeuta y si este carece de titulación apropiada (algo bastante habitual en estos casos, siendo difícil encontrar Psicólogos/as titulados/as en estos talleres), para plantearse otras opciones que le puedan resultar más adecuadas a su caso personal. No por ello dejan de ser interesantes y válidos muchos de los planteamientos y enseñanzas de Bert Hellinger junto con la vital importancia e influencia del sistema familiar en los síntomas y patologías desarrolladas en cualquiera de sus miembros. 





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