Ante los síntomas principales debe suspenderse rápidamente el tratamiento Imagen: dannystock |
Se trata de una reacción adversa bastante severa a fármacos neurolépticos o antipsicóticos. Si no es reconocido y tratado a tiempo puede poner en grave peligro la vida del paciente.
Según el DSM-IV, las características principales del Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM), son la presencia de rigidez muscular y la elevación de la temperatura del individuo en tratamiento de neurolépticos (fiebre). Estos aspectos principales deben acompañarse de dos o más de los síntomas siguientes:
Diaforesis (excesiva sudoración), disfagia (dificultad para comer), temblor, incontinencia, cambios en el nivel de conciencia (desde confusión hasta coma), mutismo, taquicardia, presión arterial elevada o lábil, leucocitosis, evidencia por laboratorio de daño muscular (CPK elevada entre otros)
El SNM ocurre en el 0,2% de los pacientes tratados con neurolépticos. Su frecuencia es similar en ambos sexos y grupos de edad. Existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo a padecer este síndrome, entre los que se incluyen enfermedades psiquiátricas con catatonia asociada, cansancio extremo, deshidratación y agitación.
Dentro de las medicaciones que causan este síndrome se encuentran todas aquellas que bloqueen el receptor D2 para dopamina, lo cual incluye a todos los antipsicóticos típicos y atípicos, proclorpenazina, metoclopramida (antieméticos), droperidol (anestésico), prometazina (sedante), entre otros. También se han reportado otros medicamentos como antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la recaptación de serotonina, litio, reserpina y tetrabenazina. En pacientes con enfermedad de Parkinson, la suspensión abrupta del tratamiento dopaminérgico puede desencadenar un Síndrome Neuroléptico Maligno.
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