Aceptar lo ineludible del cambio permite descubrir alternativas y elecciones sanas para la vida de cada uno.
Existen ocasiones en las que una persona puede encontrarse estancada en una serie de acontecimientos, que una y otra vez se repiten, aunque uno mismo no llegue a ser consciente de ello. Puede suceder que el malestar emerja tarde o temprano y la propia persona empiece entonces a cuestionarse las razones de tal malestar, sin encontrar muchas veces causas o razones aparentes originarias de esa desidia. Puede que la palabra que defina bien esta sensación sea incomodidad. Incomodidad porque aunque aparentemente todo esté correcto, hay algo interior que te impulsa, sino a buscar opciones, si darte cuenta que hay algo que podría ser diferente.
Otras personas pueden experimentar algo distinto. Se sienten protegidas en la normalidad de los acontecimientos, en la monotonía, control y orden de las cosas. Cualquier tipo de cambio puede hacerles tambalear de una manera hostil, evitando por tanto, cualquier situación que modifique el acontecer planificado de su mente.
Ambas situaciones ofrecen información. Mientras algunas personas desean cambios y acontecimientos nuevos que potencien nuevas oportunidades, otras personas huyen de lo inesperado, viendo tras de si, consecuencias negativas en lo obtenido. Normalmente y de una manera aparente, las ideas fijas y esquemas mentales rígidos protegen a la persona impidiéndoles una apertura a aquello que rechazan.
Reconocerse en un contexto de cambio inevitable y necesario.
Para ambos casos, los cambios implican lo mismo, una modificación de cualquier aspecto vital, que pudiendo abarcar el área laboral, social, familiar, o de la propia salud, siempre va a terminar afectando a la persona en su totalidad.
Independientemente de querer cambios o huir de ellos, es bueno reconocer que los cambios tendrán lugar nos guste o no. ¿Cuantas maneras de responder existen ante esto? ¿Cuantas formas de relación con el hecho en sí pueden darse? Lo que parece claro es que la actitud y el resultado siempre irán entrelazados.
Ya sean cambios positivos o negativos, aceptar lo ineludible del cambio permite descubrir alternativas o elecciones sanas para la vida de cada uno. Al fin y al cabo, esa forma de afrontarlos va a reflejar los propios niveles de comprensión de la realidad, su adaptación y desarrollo.
Es normal mostrar resistencias, siendo éstas, reacciones naturales e inconscientes que emergen. Precisamente por eso, reconocer y aceptar los procesos que se dan en uno mismo es algo esencial en el propio proceso de crecimiento.
¿Como calificas tus días?, ¿buenos, malos, regulares? Siempre va a existir la posibilidad de una mejora sustancial y para esto sería muy recomendable crear un auto registro. Tomar nota de las actividades diarias, seguidas de las emociones suscitadas y las acciones llevadas a cabo. Poder identificar de una manera práctica aquellos patrones de conducta o respuestas poco adaptativas. En pocas palabras, ser consciente.
Es normal mostrar resistencias, siendo éstas, reacciones naturales e inconscientes que emergen. Precisamente por eso, reconocer y aceptar los procesos que se dan en uno mismo es algo esencial en el propio proceso de crecimiento.
¿Como calificas tus días?, ¿buenos, malos, regulares? Siempre va a existir la posibilidad de una mejora sustancial y para esto sería muy recomendable crear un auto registro. Tomar nota de las actividades diarias, seguidas de las emociones suscitadas y las acciones llevadas a cabo. Poder identificar de una manera práctica aquellos patrones de conducta o respuestas poco adaptativas. En pocas palabras, ser consciente.
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